¿Alguna vez has sentido que estás atrapado en tu situación actual y no sabes cómo cambiarla? ¿Te gustaría tener más control sobre tu futuro y alcanzar tus metas? En este blog post, vamos a explorar una poderosa herramienta que puede ayudarte a transformar tu vida: las afirmaciones positivas.
Basado en las enseñanzas del Instituto Pacífico y las notas personales de Ed Rapp, te guiaré a través de los conceptos clave para entender cómo funciona nuestra mente y cómo podemos usar las afirmaciones para crear cambios positivos duraderos en nuestras vidas.
Entendiendo cómo funciona nuestra mente:
Para comenzar, es importante comprender cómo trabaja nuestra mente. Podemos dividirla en tres partes principales:
La mente consciente:
Es la parte de nuestra mente que usamos activamente para pensar y tomar decisiones. Tiene cuatro funciones principales:
- Formar nuestra percepción de las cosas
- Hacer asociaciones (comparar con experiencias previas)
- Evaluar situaciones
- Tomar decisiones
El subconsciente:
Es como un gran almacén donde guardamos toda la información y emociones que hemos experimentado.
Aquí se encuentra nuestra autoimagen y nuestros hábitos. El subconsciente maneja todo lo que hacemos de forma automática, como respirar o caminar.
El subconsciente creativo:
Esta parte de nuestra mente se activa cuando hay un conflicto entre lo que percibimos conscientemente y lo que está almacenado en nuestro subconsciente. Su trabajo es resolver estos conflictos y ayudarnos a adaptarnos a nuevas situaciones.
La importancia de nuestras actitudes:
No nacemos con nuestras actitudes, sino que las desarrollamos a lo largo de nuestra vida.
Son el resultado de lo que hemos vivido, aprendido y sentido, pero nacen de los pensamientos.
Y es justamente ahí en nuestros pensamientos (positivos o negativos) donde se acumulan como bolas de nieve en una caída sin frenos, para formar nuestras actitudes, que pueden ser constructivas o destructivas, dependiendo de las experiencias y mensajes que hayamos recibido.
Lo interesante es que no actuamos de acuerdo con la realidad objetiva, sino con lo que creemos que es verdad. Esto significa que si cambiamos la forma en que pensamos, podemos cambiar la forma en que actuamos.
La zona de confort y el crecimiento personal:
Todos tenemos una «zona de confort», que es el rango de situaciones en las que nos sentimos seguros y cómodos.
Cuando nos alejamos de esta zona, solemos sentirnos ansiosos y nuestra tendencia natural es volver a ella, por eso no nos gusta ir al gimnasio o no nos gusta cambiar muchas cosas en nuestro día a día.
¿Has tenido ansiedad por hablar en público? Es por que prefieres estar sentado cómodamente en casa sin que nadie te vea, viendo TV o navegando sin fin por las redes sociales. Tu zona de comodidad o confort te esta reclamando regresar a ella.
Ahora, lo que debemos todos saber es que para crecer y desarrollarnos, necesitamos crear un conflicto o tensión entre nuestra situación actual y lo que queremos lograr. Este conflicto activa nuestro subconsciente creativo, que trabaja para resolver la discrepancia.
¿Crees que tu zona de confort te está manteniendo donde no quieres estar? Posiblemente así sea. Por eso, salir de ella y sentir esa incomodidad, puede ser lo MEJOR que te puede pasar, pero hey, no lo hagas así no mas, quiero darte un tip que te dará el super poder de enfretar tu zona de confort con la ayuda de tu creatividad y poder imaginativo.
El poder de las metas y la visualización:
Ese super poder imaginativo es tu mente infinitamente creativa y poderosa, lo que sucede es que nos han hecho creer que no lo es.
Para crear un cambio positivo, es crucial establecer metas claras y visualizarlas vívidamente. Cuando tenemos una imagen clara de lo que queremos lograr, nuestro subconsciente trabaja para hacerla realidad.
Visualizar no es «fantasear» sino imaginar. Cuando fantaseamos estamos afuera del cuadro, cuando imaginamos estamos dentro. Imagina como será cuando entres a tu auto nuevo, o cuando camines con el amor de tu vida por una playa caribeña, hazlo, siéntelo y vívelo, aun antes de experimentarlo.
De cualquier forma, tu cerebro no sabe distinguir entre lo que es real y no. Por eso, nuestra conversación negativa nos ha hecho tanto daño.
Es importante entender que no necesitamos saber exactamente cómo vamos a alcanzar nuestras metas. Al establecerlas y visualizarlas con claridad, estamos «familiarizándonos con nuestro futuro», y nuestro subconsciente creativo encontrará formas de llevarnos hacia ellas.
El poder de las metas y la visualización:
Imagina que tu mente es como un GPS interno. Para llegar a un destino, primero necesitas saber exactamente a dónde quieres ir, ¿verdad? Bueno, las metas son como las coordenadas que introduces en ese GPS mental. La visualización, por otro lado, es como si pudieras ver una película en tu mente de ti mismo llegando a ese destino. Juntas, las metas y la visualización son herramientas super poderosas para cambiar tu vida. Veamos por qué:
- Claridad y dirección: Cuando estableces metas claras, le estás diciendo a tu mente exactamente lo que quieres lograr. Ya no estás vagando sin rumbo, sino que tienes una dirección clara. Por ejemplo, en lugar de decir «quiero ser más saludable», podrías establecer la meta de «hacer ejercicio 30 minutos, 5 días a la semana». Esto le da a tu mente un objetivo concreto hacia el cual trabajar.
- El poder de la visualización: Aquí es donde entra la magia de tu imaginación. Cuando visualizas vívidamente tus metas, es como si estuvieras creando un «recuerdo del futuro». Tu mente no distingue muy bien entre lo que has experimentado realmente y lo que has imaginado con mucha claridad. Por eso, cuando te imaginas logrando tu meta, tu cerebro empieza a creer que es posible.
- Activación del subconsciente: Al visualizar tus metas, estás enviando un mensaje poderoso a tu subconsciente. Le estás diciendo: «Hey, esto es importante para mí». Y tu subconsciente, que es como un sirviente muy obediente, empieza a buscar formas de hacer realidad esa visión. Puede que empieces a notar oportunidades que antes pasabas por alto, o que te sientas más motivado para tomar acción hacia tu meta.
- Superando el miedo y la duda: A veces, nuestros miedos y dudas nos paralizan. Pero cuando visualizas claramente tu meta y te ves a ti mismo alcanzándola, empiezas a creer que es posible. Esto puede ayudarte a superar el miedo y la duda que podrían estar frenándote.
- Creando un «conflicto positivo»: Cuando tienes una meta clara y la visualizas, creas lo que se llama un «conflicto positivo» en tu mente. Es la diferencia entre donde estás ahora y donde quieres estar. Este conflicto no es malo; de hecho, es muy bueno porque motiva a tu mente a encontrar formas de resolver esa diferencia.
- No necesitas saber todos los pasos: Algo genial de establecer metas y visualizarlas es que no necesitas saber exactamente cómo vas a lograrlas. Es como si le dijeras a tu GPS que quieres ir a la playa, pero no necesitas conocer cada calle por la que vas a pasar. Tu mente subconsciente se encargará de ir encontrando el camino.
- Atrayendo recursos: Cuando tienes una meta clara y la visualizas constantemente, es como si estuvieras sintonizando tu mente en una frecuencia específica. Empiezas a atraer ideas, personas y recursos que pueden ayudarte a alcanzar tu meta. No es magia, es simplemente que estás más atento a las cosas que pueden ayudarte.
- Aumentando la motivación: Visualizar tus metas de forma regular puede ser muy motivador. Cada vez que te imaginas logrando tu objetivo, estás reforzando tu deseo de alcanzarlo. Es como si estuvieras recargando tus baterías de motivación.
- Haciendo los objetivos más «reales»: A veces, nuestras metas pueden parecer distantes o irreales. Pero cuando las visualizamos regularmente, empiezan a sentirse más alcanzables. Es como si estuvieras construyendo un puente entre tu presente y tu futuro deseado.
- Preparación mental: La visualización también te ayuda a prepararte mentalmente para los desafíos que puedas enfrentar. Al imaginarte superando obstáculos, estás ensayando mentalmente cómo manejarás las dificultades cuando se presenten en la vida real.
Las afirmaciones: La herramienta para el cambio:
Ahora llegamos a la parte más importante: las afirmaciones. Las afirmaciones son declaraciones positivas que hacemos sobre nosotros mismos y nuestras metas.
Son una forma poderosa de reprogramar nuestro subconsciente y crear los cambios que deseamos en nuestra vida a través de la repetición y la nutrición correcta de nuestro subconciente.
Las afirmaciones funcionan basándose en varios principios psicológicos:
- Repetición: Al repetir constantemente una afirmación, estamos reforzando una nueva creencia en nuestra mente. Es como crear un nuevo camino en un bosque; cuantas más veces lo recorramos, más claro y definido se volverá.
- Neuroplasticidad: Nuestro cerebro tiene la capacidad de cambiar y formar nuevas conexiones neuronales. Las afirmaciones aprovechan esta capacidad para crear nuevos patrones de pensamiento positivos.
- Efecto Pigmalión: También conocido como profecía autocumplida, este efecto sugiere que nuestras expectativas influyen en nuestros resultados. Al afirmar algo positivo sobre nosotros mismos, aumentamos la probabilidad de que se haga realidad.
- Enfoque selectivo: Las afirmaciones nos ayudan a enfocarnos en lo positivo y en nuestras metas, lo que a su vez nos hace más propensos a notar oportunidades relacionadas con ellas en nuestro entorno.
¿Cómo hacer afirmaciones?
Para hacer afirmaciones necesitas lápiz y papel. Un poco de tiempo para definir dónde necesitas una ayuda de tu subconsciente. Yo siempre sugiero hacer un análisis completo de nuestras áreas de vida que incluyan: Economía, vida amorosa, salud, salud mental, alimentación, ejercicio y espiritualidad integral.
Para hacer tus afirmaciones correctamente, Lou Tice recomienda que sean:
Personales
Las afirmaciones deben estar escritas en primera persona, usando «yo». Esto es crucial porque estás hablando directamente a tu subconsciente sobre ti mismo. Al usar «yo», te apropias de la afirmación y la haces más poderosa.
Ejemplo: «Yo soy una persona saludable y llena de energía.»
Incorrecto: «Las personas son saludables y están llenas de energía.»
Al hacer la afirmación personal, la conviertes en algo íntimo y relevante para ti. Tu mente no puede rechazarla como algo que se aplica a otros pero no a ti mismo.
Positivas
Describe lo que quieres, no lo que no quieres. Nuestro cerebro no procesa bien las negaciones. Cuando te enfocas en lo que no quieres, paradójicamente, le das más poder a eso en tu mente.
Ejemplo correcto: «Yo mantengo relaciones armoniosas»
Ejemplo incorrecto: «Yo no peleo con los demás»
Al formular tus afirmaciones de manera positiva, diriges tu mente hacia lo que deseas crear en tu vida, en lugar de lo que quieres evitar. Esto ayuda a tu subconsciente a trabajar en la dirección correcta.
En tiempo presente
Escribe tus afirmaciones como si ya estuvieran sucediendo. Esto es fundamental porque tu subconsciente no distingue entre el presente y el futuro. Al afirmar algo en presente, le estás diciendo a tu mente que esto es tu realidad actual.
Ejemplo correcto: «Yo soy un excelente estudiante»
Ejemplo incorrecto: «Yo seré algun dia un buen estudiante»
Usar el tiempo presente crea un «conflicto positivo» entre tu realidad actual y la realidad que estás afirmando. Este conflicto motiva a tu mente a alinear tu realidad con tu afirmación.
Indican logro
Usa frases como «Yo soy», «Yo hago» o «Yo tengo». Estas frases indican que ya has logrado lo que estás afirmando, lo cual es más poderoso que expresar una posibilidad o deseo.
Ejemplo correcto: «Yo soy un líder inspirador»
Ejemplo incorrecto: «Yo puedo ser un líder inspirador»
Al usar frases que indican logro, estás programando tu mente para verse a sí misma como alguien que ya ha alcanzado ese estado o habilidad.
Sin comparaciones
Concéntrate en ti mismo, no en compararte con otros. Las comparaciones pueden generar sentimientos negativos y desviar tu atención de tu propio crecimiento.
Ejemplo correcto: «Yo me desempeño excelentemente en mi trabajo»
Ejemplo incorrecto: «Yo soy mejor que mis compañeros en el trabajo»
Al evitar las comparaciones, te enfocas en tu propio crecimiento y mejora personal, lo cual es más saludable y motivador a largo plazo.
Palabras de acción
Usa términos que impulsen la acción como «fácilmente», «rápidamente», «con confianza». Estas palabras añaden energía y dinamismo a tus afirmaciones.
Ejemplo: «Yo aprendo nuevas habilidades rápida y fácilmente»
Las palabras de acción no solo hacen que la afirmación sea más poderosa, sino que también programan tu mente para esperar que las cosas sucedan de manera fluida y eficiente.
Palabras emocionales
Incluye emociones positivas para hacer tus afirmaciones más poderosas. Las emociones son el lenguaje del subconsciente y añaden intensidad a tus afirmaciones.
Ejemplo: «Yo disfruto enormemente ayudando a los demás y me siento realizado al hacerlo»
Al incluir emociones positivas, estás creando una conexión más profunda con tu afirmación y aumentando su impacto en tu subconsciente.
Precisas
Sé específico en tus afirmaciones. Cuanto más precisa sea tu afirmación, más clara será la imagen que tu mente creará y más fácil será para tu subconsciente trabajar hacia ese objetivo.
Ejemplo correcto: «Yo hago ejercicio 30 minutos cada mañana»
Ejemplo incorrecto: «Yo hago ejercicio»
La precisión en tus afirmaciones ayuda a tu mente a crear un plan de acción más claro y concreto para lograr tus metas.
Equilibradas
Establece metas que equilibren todas las áreas de tu vida. Esto asegura un crecimiento integral y evita que te enfoques demasiado en un área mientras descuidas otras.
Ejemplo: Incluye afirmaciones sobre salud, relaciones, trabajo, desarrollo personal, etc.
«Yo mantengo un equilibrio saludable entre mi vida profesional y personal»
«Yo nutro mis relaciones personales y profesionales cada día»
«Yo cuido mi salud física y mental con hábitos positivos diarios»
«Yo continúo aprendiendo y creciendo en mi carrera y en mi vida personal»
Al equilibrar tus afirmaciones, estás creando una visión holística de tu mejor yo y trabajando hacia una vida más completa y satisfactoria.
Realistas
Asegúrate de que puedas visualizarte logrando tus afirmaciones. Si la afirmación parece completamente fuera de tu alcance, tu mente podría rechazarla.
Ejemplo correcto: «Yo mejoro mi promedio escolar cada semestre»
Ejemplo incorrecto: «Yo saco 10 en todas mis materias»
Las afirmaciones realistas son más creíbles para tu mente y, por lo tanto, más efectivas. Recuerda, puedes ir ajustando tus afirmaciones a medida que progresas y alcanzas nuevos niveles.
Confidenciales
Comparte tus afirmaciones solo con personas que te apoyen. Las personas negativas o escépticas podrían socavar tu confianza y la efectividad de tus afirmaciones.
Ejemplo: En lugar de compartir tu afirmación «Yo soy un emprendedor exitoso» con alguien que podría burlarse, compártela con un mentor o amigo que te apoye y crea en ti.
Mantener tus afirmaciones confidenciales o compartirlas solo con personas de confianza ayuda a proteger tu energía positiva y mantiene tu enfoque en tus metas.
Recuerda, crear afirmaciones efectivas es un proceso personal y puede llevar tiempo perfeccionarlas. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. Con práctica y persistencia, tus afirmaciones se convertirán en una poderosa herramienta para transformar tu vida.
Cómo usar las afirmaciones:
Para que las afirmaciones sean efectivas, es importante usarlas de manera consistente. Aquí te dejo algunos consejos:
- Lee, visualiza y siente tus afirmaciones todas las noches antes de dormir y todas las mañanas al despertar. Este es el momento en que tu mente es más receptiva.
- Mientras las lees, imagínate vívidamente logrando lo que estás afirmando. Cuanto más clara sea la imagen en tu mente, más efectiva será la afirmación.
- Siente las emociones positivas asociadas con el logro de tus metas. La emoción positiva acelera el proceso de cambio.
- Sé paciente y constante. El cambio no ocurre de la noche a la mañana, pero con práctica consistente, verás resultados.
La máquina de cambio positivo perpetuo:
Podemos pensar en este proceso como una «Máquina de Cambio Positivo Perpetuo». Es un ciclo continuo que te permite mejorar constantemente y alcanzar nuevas metas en tu vida. Veamos cómo funciona cada paso:
Evaluación de la situación actual
El primer paso es hacer un inventario honesto de tu vida. Mira cada área: salud, relaciones, carrera, finanzas, desarrollo personal, etc. Identifica qué aspectos te satisfacen y cuáles necesitan mejorar. Este paso es crucial porque te da una imagen clara de tu punto de partida y te ayuda a decidir hacia dónde quieres ir.
Creación de metas claras
Una vez que sabes qué quieres mejorar, es momento de establecer metas específicas. No basta con decir «quiero ser más saludable». Una meta clara sería: «Quiero perder 5 kilos en los próximos 3 meses». Además de establecer la meta, visualízala vívidamente. Imagínate cómo te verás, cómo te sentirás, qué ropa usarás cuando alcances esa meta. Cuanto más detallada sea tu visualización, más poderosa será.
Creación de afirmaciones de apoyo
Ahora que tienes tus metas claras, crea afirmaciones que las respalden. Estas afirmaciones deben ser positivas, en presente y despertar emociones. Por ejemplo, para la meta de salud, podrías usar: «Yo disfruto sintiéndome fuerte y saludable cada día». Repite estas afirmaciones diariamente, preferiblemente por la mañana y por la noche.
Activación del subconsciente creativo
Aquí es donde comienza la magia. Al tener una meta clara y afirmaciones positivas que contrastan con tu situación actual, creas un «conflicto positivo» en tu mente. Tu subconsciente se da cuenta de que hay una discrepancia entre lo que estás afirmando y tu realidad actual. Esta discrepancia activa tu subconsciente creativo.
Resolución del conflicto
Tu subconsciente creativo ahora trabaja para resolver este conflicto. Comienza a buscar formas de hacer realidad tus afirmaciones. Podrías empezar a notar oportunidades que antes pasabas por alto, sentirte más motivado para tomar acción, o tener ideas creativas sobre cómo alcanzar tus metas.
Reevaluación y actualización
A medida que avanzas hacia tus metas, es importante hacer pausas regulares para reevaluar. ¿Has alcanzado algunas de tus metas? ¿Han cambiado tus prioridades? Este es el momento de celebrar tus logros, ajustar tus metas si es necesario y crear nuevas afirmaciones que reflejen tu crecimiento y tus nuevas aspiraciones.
Repetición del ciclo
El poder de este proceso está en su naturaleza cíclica. Una vez que alcanzas una meta, no te detienes ahí. Vuelves al principio, evalúas tu nueva situación y estableces nuevas metas. Esto crea un ciclo de mejora continua que puede durar toda tu vida, permitiéndote crecer y evolucionar constantemente.
Este proceso de cambio positivo perpetuo no es un camino rápido hacia el éxito, sino una forma de vida y toma tiempo!.
Crecer requiere paciencia, consistencia y un compromiso con el crecimiento personal. Pero con el tiempo, puede llevar a transformaciones profundas y duraderas en todas las áreas de tu vida
Superando la resistencia al cambio:
Cuando intentamos cambiar, es normal encontrar resistencia, tanto interna como externa. Aquí hay algunas estrategias para superar esta resistencia:
a) Enfócate en el valor: En lugar de motivarte por miedo («tengo que hacerlo o si no…»), concéntrate en por qué quieres lograr tus metas. ¿Qué valor te aportará este cambio?
b) Sé consciente de la «evitación creativa»: A veces, cuando nos presionamos a nosotros mismos o a otros para hacer algo, encontramos excusas creativas para no hacerlo. Reconoce estas excusas por lo que son y no dejes que te detengan.
c) Reconoce tus patrones restrictivos: Todos tenemos hábitos y patrones de pensamiento que nos limitan. Identifícalos y trabaja conscientemente para superarlos.
d) Celebra tus éxitos: Por pequeños que sean, reconoce y celebra cada paso que das hacia tus metas. Esto refuerza el comportamiento positivo y te motiva a seguir adelante.
La importancia de actualizar constantemente tus metas:
Un aspecto crucial de este proceso es entender que es continuo. Una vez que alcanzas una meta, es importante establecer nuevas metas para seguir creciendo. Cuando alcanzamos una meta, la energía de nuestro subconsciente creativo tiende a disminuir. Por eso es fundamental «mover los postes de la meta» constantemente.
Piensa en ello como un viaje sin fin hacia la mejor versión de ti mismo. Cada meta alcanzada es un paso más en tu crecimiento personal, no un punto final.
Los niveles de felicidad:
El objetivo final de todo este proceso es alcanzar la felicidad y la realización personal. Los antiguos griegos identificaron cuatro niveles de felicidad:
Nivel 1: Gratificación inmediata. Es la felicidad que obtenemos de placeres momentáneos, como comer algo delicioso o comprar algo que deseamos. Es agradable, pero no dura mucho.
Nivel 2: Comparación competitiva. Es la felicidad que sentimos cuando nos comparamos favorablemente con otros. Puede motivarnos a mejorar, pero no es una fuente sostenible de felicidad.
Nivel 3: Contribución. Es la felicidad que experimentamos cuando ayudamos a otros a tener éxito. Es más duradera y satisfactoria que los niveles anteriores.
Nivel 4: Búsqueda de la verdad última. Es la felicidad que viene de buscar un propósito más alto en la vida, de conectar con algo más grande que nosotros mismos. Este nivel de felicidad es el más profundo y duradero.
Las afirmaciones y el proceso de cambio positivo que hemos descrito pueden aplicarse a todos estos niveles, pero es en los niveles 3 y 4 donde encontramos la verdadera felicidad y realización.
Características de las personas exitosas:
Las personas que logran un cambio positivo duradero en sus vidas suelen compartir ciertas características:
a) Propósito: Tienen algo por lo que vivir, una razón que les impulsa.
b) Enfoque en los demás: No se centran solo en sí mismos, sino que buscan ayudar y contribuir a los demás.
c) Autodeterminación: Su motivación viene de dentro, no dependen de factores externos para impulsarse.
d) Alta eficacia: Creen en su capacidad para crear cambios y lograr sus metas.
e) Valentía: Tienen el coraje de enfrentarse a los desafíos y perseguir sus sueños.
Consejos finales:
Para cerrar, aquí tienes algunos consejos adicionales para aplicar todo lo que hemos aprendido:
- Disfruta el proceso: No te enfoques solo en el resultado final. Aprende a disfrutar el camino hacia tus metas.
- Sé paciente: El cambio lleva tiempo. No te desanimes si no ves resultados inmediatos.
- Sé flexible: A medida que creces y cambias, tus metas pueden evolucionar. Está bien ajustar tus afirmaciones y metas con el tiempo.
- Mantén una actitud positiva: Recuerda que tu actitud determina en gran medida tus resultados. Cultiva el optimismo y la resiliencia.
- Rodéate de apoyo: Comparte tus metas y afirmaciones con personas que te apoyen y te animen.
- Toma acción: Las afirmaciones son poderosas, pero deben ir acompañadas de acciones concretas hacia tus metas.
- Sé amable contigo mismo: El cambio no siempre es fácil. Trata de ser paciente y comprensivo contigo mismo en el proceso.
Conclusión:
El poder de las afirmaciones y la visualización positiva es una herramienta increíble para transformar nuestras vidas. Al entender cómo funciona nuestra mente y aplicar estos principios de manera consistente, podemos crear cambios duraderos y positivos en todas las áreas de nuestra vida.
Recuerda, el cambio comienza en tu mente. Al cambiar tus pensamientos y creencias sobre ti mismo, estás sentando las bases para cambiar tu realidad. No importa dónde te encuentres ahora, tienes el poder de crear la vida que deseas.
Así que, ¿por qué no empezar hoy mismo? Toma un momento para reflexionar sobre lo que realmente quieres en tu vida. Visualízalo claramente, crea afirmaciones poderosas que respalden esa visión, y comienza a repetirlas diariamente. Con el tiempo y la práctica constante, te sorprenderás de lo que puedes lograr.
¡Tú tienes el poder de crear tu futuro! ¿Estás listo para comenzar tu viaje de transformación personal?